Este blog forma parte del
proyecto narrativo CUENTAMELO TODO,
bajo la dirección del maestro Sandro Cohen dentro de la materia de redacción universitaria
del departamento de humanidades, división de ciencias sociales y humanidades de
la universidad autónoma metropolitana-azcapotzalco.

lunes, 29 de octubre de 2012

La realidad



¾¡uff!, que día el de ayer! En la oficina, por más que trate de concentrarme, no pude.

Paulina, mi socia en ocasiones especiales, me hizo pensar tantas cosas. Hay veces en las que odio que sea tan perceptiva. Me empezó a preguntar que si estaba bien, yo, no le quise dar muchos detalles, solo le dije:

 

¾Estoy bien, lo que sucede es que mi matrimonio, está pasando por una crisis. Hasta en los mejores matrimonios pasa.

¾Sin duda, tú tienes uno de los mejores matrimonios. Habla con ale,dile lo que piensas y te aseguro que se reconciliaran.

¾Gracias amiga, lo intentare ¾.dije con cara compungida.

¾¡Vamos!, Jessica, busca tu propia ocasión especial. Vete a casa y asegúrate de que Alejandro no olvide quien es su esposa¾.

Cuando llegué a casa, estaba todo en silencio, sólo la luz encendida del despacho de Alejandro, lo que indicaba que estaba trabajando, << o manteniendo las distancias conmigo>>.

Me acerque a la puerta, para saludarlo, pero escuche que estaba hablando por teléfono:

¾No ¾dijo con voz clara y tranquilizadora ¾ella no tiene ni idea, lo juro. Sí, sólo es cuestión de tiempo para que se dé cuenta, pero nos ocuparemos de eso en su debido momento. No debes preocuparte. Es mi problema. Adiós, cariño ¾y colgó.

Quede paralizada al escuchar eso. Quise romper la puerta, gritarle a Alejandro todo lo que pienso de él. Aun así, solo toque la puerta con suavidad. Alejandro abrió y con fría cortesía me dijo:

“espero que sea importante”

Lo único que hice fue decirle: “ya llegue”, di la vuelta y subí a mi habitación a darme un baño y dormir.

El día de hoy, desperté más cansada de lo habitual, pero tenía que ir a trabajar.

Cuando baje a desayunar, me encontré con que Alejandro iría a una supuesta cita con su editor, a un restaurante italiano, en la colonia roma, llamado “rosseto”.

Al llegar al trabajo, busque criticas sobre este restaurante y encontré unas muy interesantes como:

“excelente comida, con un ambiente discretamente intimo, lleno de terciopelos rojos…”

Decidí ir a encontrarme con Alejandro, el fin que, su editor y yo nos llevábamos bien.

Al llegar al restaurante le pregunte al maître por la mesa de Alejandro islas, el, con extrañeza me dijo que solo había reservado mesa para dos y ya había llegado su acompañante. Con una sonrisa en la cara le dije que no importaba, que yo era su esposa, que sería una grata sorpresa. Pero la que se llevo una sorpresa fui yo. Cuando me dirigían hacia la mesa, vi quien era la persona que acompañaba a mi marido y no se parecía en nada a su editor. No lo podía creer, mi marido era un traidor.  

 


 

 

 


 

 






 
 




 

 

 

lunes, 22 de octubre de 2012

¿hay otra?


­¾ En definitiva… este ha sido el peor fin de semana desde que me case ¾

Ayer primera vez que me le insinuó a alguien y me rechaza. Ni siquiera durmió aquí, prefirió la sala.

Con la sola idea de no volver a tocarlo, de no sentir sus manos labrando esa magia en mi cuerpo… me destruyo por dentro.

Sí teníamos trazado un plan de vida desde que nos casamos; queríamos: un bebe, la casa de campo, etc. Pero todos esos planes los tuvimos que aplazar por trabajo, Alejandro lo entiende o no?

Hoy al despertarme baje a ver donde estaba Alejandro  y me encontré con que ya se iba a Tepotzotlan  a la casa de sus papas, pero no me iba a llevar a mí, ni siquiera me consulto para ver si podía acompañarlo.

Me puse a trabajar después de que él se fue mandándome un beso burlón y diciendo: “adiós cariño”. Hacía puras incoherencias en los paquetes  para los menús nuevos, hasta que decidí ir a Tepozotlan  a comer con mis suegros, al fin que la política casa abierta de los islas seguiría aplicándose a su nuera.

Cuando llegué a la casa de mis suegros, no estaba el auto de Alejandro, le pregunte a mi suegra y me dijo que había ido al pueblo a comprar algunas botellas, pero después de esto se disculpo y salió de la cocina, según ella para poner otro juego de cubiertos en la mesa, pero fue a llamar por teléfono a  Alejandro, lo que me hizo preguntar: ¿para qué?, ¿acaso ellos saben algo que yo no?, ¿él viene con otra mujer?

En cuanto llegó Alejandro me miró sorprendido pero no dijo nada. Nos llamaron a comer. Ya en la mesa sentí una extraña sensación, había algo en el ambiente, ellos me ocultaban algo… estoy segura.

De regreso a casa Alejandro me informo que Eduardo le había dicho que se iría a puerto Vallarta a promocionar su libro a fin de mes; le pregunte si podría ir con él y me contesto:

“Jessica, ¿no siempre dices que tienes mucho trabajo en ocasiones especiales?, ya planee todo el viaje, pero es sin ti cariño”

Lo único que le dije fue: “ok amor, no hay problema”

Pero en mi cabeza solo vuela una pregunta, ¿ya no puede cambiar sus planes, porque no quiere o porque llevara a otra mujer con él?

Esta incertidumbre me está matando, pero no puedo perderlo... LO AMO.

 


domingo, 14 de octubre de 2012

LA CARTA


Ya lo pensé bien… Se las voy  a dar a otro.
Por más que lo pienso y lo pienso, no hay otra solución. Hace tiempo que no me toca, tiene mucho que no hacemos cosas juntos, ya casi no hablamos, pero lo de hoy ha sido lo peor. Esa carta, esa maldita carta; ocho palabras que desequilibraron mi vida de un solo golpe.
Aunque pensándolo bien, quien me asegura que no es una mala broma.  Los dos tenemos nuestro trabajo y nos absorbe mucho tiempo; La agencia va tomando más prestigio, él con sus giras por la aceptación de su primer libro; no nos queda mucho tiempo para estar juntos.
Tal vez mañana podríamos pasar el día juntos, es domingo. El único problema es…  ¿Dónde demonios estas Alejandro? Te prepare la cena, y ¿tú?, ¿Dónde diablos estas?, tendrías que estar aquí trabajando en tu despacho.
Pensé que no tardarías, porque no te llevaste el auto pero eso fue hace más de tres horas.
Está bien, tal vez estoy delirando, por esa maldita carta… pero, y ¿las copas que encontré en el fregadero?, bueno pudo ser que vino Eduardo a comentarle sobre la gira.
Tengo mucho sueño, pero cierro los ojos y esas ocho palabras bailan frente a mí:
tu marido ama a otra mujer”
Un amigo
¿Qué hago con esa carta?... la ignoro o enfrento a Alejandro para ver su reacción… Ya sé: quemare la carta y actuare como si nada, pero estaré en guardia.
Vestida con  un camisón de satén color crema, de sencillez clásica, con el corpiño muy revelador bajo las tiras de los hombros y la parte inferior para que exhibiera una ceñida caída. <<era seductor>>, nunca se presentara una mejor ocasión para probar sus efectos.
Inesperadamente escuche la llave de la entrada, ¡por fin!, había llegado Alejandro. Baje las escaleras a recibirlo, el me vio con cara sorprendida. Lo abrase con un amor y pasión contenida, pero en su abrazo… no había pasión ni amor, había resignación.
Cariño,  hace mucho tiempo que no hacemos el amor, que no me tocas, le dije, acercándome a él de manera invitadora y sexi, lo bese provocadoramente, el me correspondió igual, con uno de esos besos que me hacen volar, inhale su tan familiar aroma masculino, y el… sabes que me dijo él:
“hoy no muñeca, tengo mucho trabajo”
<<Tiene mucho trabajo, suele pasar, no es importante>>, tengo muchas ganas de llorar porque sé que si es importante.